Aquietando la mente, un comienzo para alcanzar
A medida que vamos creciendo y recibiendo mas información nuestra mente va creando mas y mas circuitos para interconectar pensamientos de todo tipo llegando a un punto en que nuestra cabeza esta totalmente contaminada de “ruido” y fuera de control, tenemos una bulla constante de ideas y conversaciones con uno mismo o con otras personas.
De alguna manera este ruido comienza a apoderarse de nosotros a tal punto que dejamos de vivir el presente, dejamos de escuchar lo que nos rodea y terminamos siendo victimas de nuestra mente, sobre todo aquellos que suelen tener pensamientos negativos, ya que cada pensamiento esta asociado a una emoción que desencadena un estado de desánimo.
El descontrol de nuestra mente nos hace vivir en un mundo ficticio, un mundo creado a partir de ideas limitadas y atrapadas en el vicio de la victimización.
Mi secreto
A continuación voy a contar mi experiencia, como le di una lucha sin tregua a mi cabeza y descubrí que la realidad es algo que nosotros creamos de acuerdo a como ordenamos la vida en nuestra mente.
Me pase años leyendo y aprendiendo metafísica (casi 20), usando la mente para intencionar, para crear, incluso, contradictoriamente, para meditar (digo contradictoriamente porque justamente lo que no se debe usar para meditar es la mente) ¿y que conseguí?…. Nada!... nada de esto me sirvió!! y lo digo con total honestidad, la información era solo otro alimento mas para mi mente, otra forma de estar “fuera” de mi mismo, otra manera de proyectar mi ego hacia el exterior. Una forma de tener respuestas apropiadas e intelectuales para explicar lo inexplicable.
Incluso solía contar un cuento hindú donde un maestro le enseña a su discípulo a usar la mente correctamente sin tener la menor idea de lo que en esencia quería decir ese cuento.
Hoy puedo dar testimonio de lo que realmente significa ese cuento, hoy que he hecho carne la experiencia ahí contenida (me referiré al cuento en un posteo mas adelante)
Mi propia técnica
Hace 4 años aproximadamente, extremadamente cansado, lleno de temores, con un conflicto permanente con el tema de la abundancia, me “di cuenta” de esta bulla constante que tenía en mi cabeza, incluso me di cuenta que solía tener discusiones con otras personas donde yo mostraba otra personalidad ya que en mi cabeza me animaba a decirles cosas que en persona difícilmente les diría… lo mas increíble de todo es que esas personas me contestaban y de esa manera creaba un dialogo inexistente que terminaba abrumandome, ya que, como posteriormente fui descubriendo, el cuerpo no distingue la “realidad” de los pensamientos, y esa conversación ficticia terminaba provocándome el mismo desgaste emocional que si hubiese sido una discusión verdadera. Por otro lado, aunque no me lo cuestionara, me estaba haciendo un daño interior y mas severo aun, ya que me había transformado en un cínico, que pensaba algo y manifestaba lo contrario.
De la misma manera me di cuenta de que se habían apoderado de mi una infinidad de pensamientos negativos, tales como “no se puede” , “imposible”, “no va a resultar”, “la vida es difícil”,”en este país de mierda” etc… Hacia donde enfocara mi vista veía dificultad e injusticia.
Manos a la obra
Un día decidí ponerle fin a todo esto, no tendría mas conversaciones ficticias ni pensamientos negativos, fue cuando comencé a tomar conciencia de la existencia de otro interlocutor dentro de mi… una voz que también se expresa a través de mi mente pero que es capaz de observarla, de mantener una distancia con ella…¿otro yo?... ¿Qué es esto?... ¿el famoso diablito y angelito que salen en las caricaturas hablándole al tipo confundido?...
Siiii!!! Era mi ángel, mi yo alegre y confiado, mi lado positivo y conectado a la fuente de Dios, mi propia voz guía, que tantas veces me había hablado y que por tener el mismo sonido que la voz del “ruido” no había logrado reconocer…
Ese lado mío se puso en campaña para destronar al dictador que me estaba impidiendo ser feliz en la vida (a pesar deque la vida me había colmado de bendiciones)
Me puse atento y cada vez que salía un pensamiento negativo mi otra voz le decía ¡Para! … cada vez que comenzaba una conversación ficticia con alguien le decía ¡Para!, si tienes algo que decirle a esa persona ve y díselo de frente… fue entonces que pude conocer la furia de la mente. Igual que una bestia indomable, mi mente se puso violenta y arremetió con mas y mas fuerza y pensamientos negativos, insistía en entablar conversaciones, mientras que yo, el tipo de la caricatura confundido entre la disputa del angelito con el diablito, parecía un loco manejando o caminando por la calle diciéndole a mi mete ¡Para!, ¡Detente!...
Otra cosa que me propuse hacer es no “cargar” mas las actividades cotidianas de “lata”, por ejemplo lavar los platos, ir a comprar, agacharme a tomar algo, etc… hay una increíble cantidad de cosas que uno hace a diario y sin darnos cuenta las vamos “Cargando de una actitud negativa” ya sea por que nos da lata, porque es rutinario o nos disgusta hacerlo… así que decidí simplemente “hacer lo que tengo que hacer” sin ponerle ninguna “carga emocional”.
Pasaron unos dos a tres meses de lucha constante, hasta que un día descubrí un estado natural en mí que ya había olvidado… había silencio en mi cabeza, podría conectarme con el presente, iba en auto de un lado a otro observando lo que pasaba a mi alrededor, era testigo del árbol nuevo que habían en mi barrio, del edificio que estaban construyendo, y llegaba a mi destino conciente de las calles por las que había pasado, la gente con que me había cruzado, etc… en mi mente ya no estaba ese ruido, en mi mente había paz…estaba conectado en el famoso “Aquí y ahora”
Otra cosa que pude advertir es que me volvió la energía, ya no llegaba cansado a casa, hacía las cosas cotidianas que antes me agobiaban y comencé a tomarle nuevamente el gusto a las cosas simples…Es verdad!! el cuerpo esta diseñado para realizar cien veces mas actividades de las que realizamos a diario en la vida moderna y no cansarse, el cansancio que llevamos es definitivamente mental.
Jardineriando
Todo este proceso resulto ser algo parecido a la jardinería ya que día a día fui sacando de a poco las malezas que eran esas actitudes con carga negativa para hacer las cosas y esas conversaciones inexistentes, hasta que sin darme cuenta ni proponérmelo… un jardín de positivismo y energía limpia y renovable comenzó a brotar en el patio de mi mente.
Queridos amigos,
Si bien esta experiencia que estoy compartiendo es solo parte de una experiencia total, ya que no solo somos mente y cuerpo, y el desafío es también conocer nuestro espíritu, dominar la mente y tener conciencia de que tenemos una voz que nace del corazón es un gran comienzo para obtener esa Paz en nuestras vidas que tanto añoramos.
Actualmente ya no peleo con mi mente, por el contrario, me divierto cada vez que me descubro conversando y no puedo dejar de reírme de mi mismo e inmediatamente girar los pensamientos en otra dirección.
Es importante identificar nuestra voz sana o voz guía porque a veces estas aquietando tu mente con tu propia mente negativa y no logras percibir que en realidad estas alimentando aun mas el ruido.
Aspectos que debes considerar al aquietar tu mente:
- No debes angustiarte o sentirte mal cuando veas que tu mente sigue en lo suyo a pesar de intentar aquietarla. Si te pones mal el observador de tu mente no es tu yo sano… es tu propia mente. Tu yo sano debería esbozar una sonrisa al descubrirte en una práctica mental inadecuada.
- La quietud de tu mente no ocurrirá de un día para otro pero debes trabajar todos los días en ello, observando como y en que piensas y esta observación debe ser amorosa.
- Recuerda que tus pensamientos crean o activan emociones, la mayoría de las veces no eres conciente del pensamiento o situación que crea la emoción y debes descubrir que pensamiento o actitud ha gatillado en ti esa emoción negativa. Observar las emociones también es una manera de observar los pensamientos.
- Diviértete descubriendo como es tu mente y diciéndole que pare con sus malos hábitos.
Ejercicio alternativo para lograr despertar tu guía interno:
Visualízate parado detrás de ti a unos centímetros y practica el observarte.
- Obsérvate físicamente:
Obsérvate todo el tiempo que puedas, observa tus movimientos, los músculos involucrados en cada movimiento que haces, la postura física que tienes cuando caminas, cuando esperas, cuando te subes al ascensor, cuando manejas, cuando conversas. Ve si hay diferentes posturas de acuerdo a la persona con quien conversas, ve si tienes distintas maneras de caminar, obsérvate mirándote en el espejo, ¿que caras pones?, ¿qué ves en ti? etc…
- Observa tus emociones (reacciones):
Observa como te sientes en las distintas situaciones que vives, trata de identificar que o quién te hace sentir alegre o triste, que te enoja o saca de tus casillas. Obsérvate mirándote en el espejo, ¿que sentimientos tienes hacia ti?, ¿qué ves en ti? Solo obsérvate, no te califiques ni descalifiques, este ejercicio es para que aprendas a despertar a tu observador.
- Observa tus pensamientos:
Observa en que piensas cuando haces tareas cotidianas como manejar, cocinar, fumar, trabajar, etc… nuevamente no califiques, pero observa que calificación le das a las cosas o situaciones que vives. Observa que palabras sueles usar para determinadas cosas y que valor le dan esas palabras. Observa cuantas veces utilizas palabras limitantes como “no se puede”, “es difícil”, “imposible”, “si pero…”, “no es mi culpa”, etc…
- Observa tus conversaciones:
Observa de que temas sueles hablar, en que te enfocas, con que temas te motivas y cuales te desagradan. Escúchate conversando, observa como sacas tu voz, que volúmenes ocupas, con que intensidad te expresas, si dices lo que piensas o guardas cosas. ¿Cuanto tiempo dedicas a hablar de ti, o de otra persona?
- Observa donde estas y donde esta tu mente:
Observa cuanto tiempo le dedicas a asuntos futuros y cuanto a asuntos del pasado. Observa tus pre-ocupaciones, a que le temes, que te asusta.
- Observa tu enfoque:
¿En que te enfocas la mayor parte del tiempo? en el trabajo, en la familia, en las relaciones, en el sexo, en el dinero, en lo que tienes, en lo que no tienes. Observa que sentimientos tienes con ese enfoque, ¿es positivo, negativo, angustioso, ansioso?
Este ejercicio te permitirá despertar a tu observador que es capaz de no identificarse con los sentimientos y emociones de la mente, de esa manera habrás dado un gran paso en tu vida ya que estarás a un paso de poder aquietar o dirigir tus pensamientos en concordancia con tus mas altos valores en la vida y desechar aquellos que actualmente te limitan.
Trata de hacer este ejercicio el mayor tiempo posible, a ratos te olvidarás pero puedes retomarlo cuando quieras.
Por ultimo, ten sumamente claro que este observador que estas despertando es tu yo sano o yo superior y la manera de reconocerlo es porque jamás emitirá un juicio, jamás tendrá miedo, jamás se pre-ocupará y jamás te agobiará. Lo reconocerás por la bondad con que ve las cosas que tu mente suele ver como agresivas, injustas o negativas.
2 comentarios:
Álvaro :
Muy bueno, generalmente no nos "ponemos frente a un espejo" y es necesario.
Gracias
Un abrazo
Que increible, no creia que a ota persona le pasara lo mismo que a mi, muy reflexionador e interesante tu articulo, ya lo estoy poniendo en practica, espero sigas escribiendo tan maraviloso trabajo, que dios te cuide y te colme de bendiciones.
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