domingo, 28 de febrero de 2010

TERREMOTO INTERIOR

Queridos amigos, me siento a escribir esta madrugada, pasadas 24 horas desde que fuimos despertados por nuestra madre tierra, quien se sacudió para acomodarse un poco en esta zona que llamamos Chile.

Es tiempo de respirar profundo y tomar conciencia de lo poco que importan los problemas individuales al lado de esta vida maravillosa que acontece día a día.

Chile se ha convertido en un país “tenso”, los chilenos se han estado desvelando demasiado por problemas cotidianos sin darse cuenta de que cada uno de ellos se resuelve por si solo en el día a día, y han preferido “creer” que la vida es dura, han dejado de mirarla como Pinocho, un cuento de Hadas
que relata la historia del Hombreun regalo divino. Han transformado cada día en un acontecimiento casual o incluso impuesto por algo superior, una suerte de obligación a la que hay que ponerle el hombro y un esfuerzo descomunal para salir adelante cueste lo que cueste…

Vaya… ¿es eso la vida?... ¿una especie de castigo que hay que sortear de la mejor manera cada día?.... ¿Cómo no van a estar tensos los chilenos si se desvelan por las responsabilidades que acarrea cada marzo?... pues bien… ésta, la tensión irracional, requiere de una nueva perspectiva, y es justamente esto lo que te ofrece la madre tierra cuando literalmente se sacude.

Chile se pondrá de pié, en un par se semanas, si no antes, todo volverá a la normalidad y muchos seguirán desvelándose por las cuentas que tienen que pagar el próximo mes. No faltarán los actos masivos solidarios, las historias del drama humano ante las pérdidas de seres queridos y de cosas, los héroes, las víctimas y los inescrupulosos que se aprovecharán de todo esto para sacar dividendos políticos y monetarios, pero habrá también algunos que ya no serán los mismos, algunos serán removidos por un “Terremoto Interior” que cambiará sus vidas.

Mi mensaje es para aquellos que han sentido una extraña paz interior que al parecer va en contra de los acontecimientos, una energía suave que los recorre por dentro trayendo quietud a sus pensamientos donde los acontecimientos de la vida toman una perspectiva alejada del drama y del miedo a la muerte o a las perdidas materiales. Es como si supieran algo que la mayoría no sabe, como si estuviesen enterados de un plan divino que se estuviese desplegando y ellos fueran parte de todo ello.

Queridos(as), no estamos solos, nuestro planeta no es solo tierra, nuestro planeta es un ser vivo, la vida no es lo que nuestra mente cree, así como Dios tampoco es responsable de las muertes y los destrozos. La vida es mucho más de lo que nuestra mente humana puede llegar a comprender y nuestro corazón (me refiero a la zona del pecho que alberga el conocimiento no intelectual), se esta activando, de manera que un nuevo entendimiento esta despertando en muchas personas.

Este terremoto interior es de movimientos suaves, y lo están viviendo principalmente personas que están en el epicentro del drama pero, también aquellos que han estado reflexionando acerca de la vida últimamente y han estado pidiendo un cambio en las mismas. No tiene sentido reflexionar en torno a la naturaleza de estos cambios ya que tienen una perspectiva personal y se relacionan con Dios y nuestro propósito en esta vida.

Atención, este no es un mensaje para que te vuelvas más sensible y solidario en torno a las desgracias, las muertes y las injusticias humanas. No estoy hablando de un cambio interior donde te vuelves mas sensible ante el drama de los demás o porque por un momento consideras a la naturaleza como algo tan grande y a ti algo tan pequeño… no, querido(a)… debes trascender todo aquello para escuchar tu corazón, no se trata de algo humano que esta sujeto a lo malo y lo bueno, se trata de algo divino que puede guiar tu vida, pero para que lo puedas escuchar necesitas hacer silencio… debes callar tu mente y dejar de emitir ruido con tus juicios humanos.

Si quieres ayudar desde el aspecto divino, no crees drama en torno a lo sucedido, cuando veas este drama en la televisión o leas los diarios, cierra los ojos y envía una oración de amor (compasión) a los afectados y siéntete en paz, ese Dios que tanto amas también esta ahí, atrévete a mirarlo a los ojos. Mientras más paz puedas experimentar, más estarás ayudando durante estos días.

Desde tu aspecto humano, reconoce que formas parte del sistema de la naturaleza que cuida, protege, alimenta, nutre y satisface necesidades… despierta tu naturaleza y cumple con esto. Hay alguien cerca de ti que te necesita.

El terremoto interior al igual que cualquier terremoto terrestre, derrumba viejas estructuras, levanta polvo y te pone en alerta. Aprovecha a deshacerte de todo lo que ya no necesitas y reconstruye tu casa con bases nuevas y sólidas.

Alvaro Scaramelli

Nota: La paz a la que me refiero es un sentimiento de amor-comprensión que va más allá de los conceptos humanos, no es racional y es difícil de explicar pero se siente en el pecho cuando respiramos y aquietamos nuestra mente.
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