domingo, 2 de mayo de 2010

Pinocho, un cuento de Hadas que relata la historia del Hombre

Estudiando la Biblia para completar mi próximo libro basado en las enseñanzas de Jesús, me encontré con algunas profecías y alegorías que me recordaron el cuento de Pinocho.

Al igual que en el Génesis, cuando Dios crea al hombre lo hace de la tierra a su imagen y semejanza y le da vida soplando en su nariz, Gepeto hace a su hijo de un trozo de madera y por gracia de su deseo, el Hada le da vida al muñeco.

Al igual que pinocho, el hombre al lado de su Padre vive en el paraíso donde es feliz, esta completo y no necesita nada. Pero su Padre quiere darle independencia y libertad y para lograr esto sabe que necesita enviarlo a la escuela de la vida. Gepeto vende su abrigo para darle educación a Pinocho así que éste, agradecido por la oportunidad, intentará recompensar al Padre por lo que le ha dado. El hombre por su parte lleva consigo una chispa divina que le ayudará a recordar su naturaleza divina y a tomar decisiones basadas en el bien. Buscará honrar a su Padre haciendo buenas obras. Pinocho tiene a un pequeño grillo que lo acompaña todo el tiempo advirtiéndole lo que es bueno y lo que es malo.

Así salen ambos a experimentar el bien y el mal, ambos son ingenuos y solo llevan la experiencia del amor del padre dentro de ellos y no saben lo que les espera. Van confiados a conocer la vida.

Pinocho sale de su casa camino hacia la escuela con la intención de algún día obtener dinero para comprarle un abrigo a Gepeto. Es así como conoce en la plaza a un titiritero quien daba una función, pinocho baila con los muñecos y se gana el aplauso del público. El titiritero lo invita a seguir con la compañía de titeres pero Pinocho, obediente, le dice que debe a ir a la escuela, así que en gratitud recibe unas monedas.

De la misma manera el hombre comienza su aprendizaje con un propósito y alegría en su corazón y el ser consecuente con su propósito le trae buena fortuna.

Feliz con sus monedas, Pinocho se desvía del camino a la escuela para comprarle el abrigo a su Padre. Su pequeña conciencia, Pepe Grillo, le dice que vayan a la escuela pero él no hace caso y se encuentran con un Gato y un Zorro quienes lo tientan con la posibilidad de multiplicar el dinero y lo llevan a un bosque donde le quitan el dinero y lo atan en un árbol.

El hombre siente su propósito en el corazón, tiene las mejores intenciones pero es tentado por el mundo y deja de escuchar su corazón. Se deja llevar por las tentaciones que lo atan y le quitan su libertad.

Atado en el árbol y desconsolado, Pinocho recibe la visita del Hada que le dio la vida. Esta le pregunta por las monedas pero tiene miedo de decir la verdad porque había caído en tentación, así que le dice que se le cayeron en el Río. Su nariz crece y se pone a llorar. El Hada lo consuela, le devuelve la nariz original, lo desata y le advierte que si vuelve a mentir le crecerá la nariz.

De la misma manera el hombre no puede ocultar sus mentiras al universo y se ve atrapado por sus propios errores sin saber que sus acciones y el no reconocerlas siembran semillas malas que crecen en el tiempo. Pero al igual que Pinocho, su arrepentimiento le hace merecedor de una nueva oportunidad.

Pinocho se vuelve a encaminar hacia el colegio pero esta vez se topa con unos niños que reían y saltaban de alegría y le cuentan que van a una isla donde no hay escuelas ni profesores y solo lo pasan bien, así que lo invitan a ir con ellos. Pepe Grillo le advierte que no valla pero nuevamente cae en tentación y se desvía del camino. Emprende el viaje a la isla y absorto en su alegría, sin darse cuenta comienza a mentirles a los niños. Cuando ya esta cansado de tanto divertirse Pinocho se mira en un espejo y descubre que se ha transformado, tiene cola y orejas de Burro y una larga nariz.

El hombre, después del arrepentimiento generalmente vuelve a caer en distintas tentaciones, se olvida de que sus acciones repercuten en su vida y en su cuerpo hasta que de tanto hacerse daño a si mismo, un día se mira profundamente en el espejo y descubre lo poco que queda de él y en lo que se ha convertido.

Pinocho, arrepentido se acuerda de su Padre y emprende el viaje de regreso a casa. Al llegar no lo encuentra porque Gepeto preocupado, al saber que su hijo estaba perdido, salio a buscarlo a la playa donde fue tragado por una ballena.

De la misma manera el hombre emprende el regreso al Padre, yendo al mismo lugar donde había comenzado, pero como el Padre ha salido a buscar a la oveja perdida no se encontrarán por algún tiempo.

Pinocho es alertado por Pepe Grillo y va a buscarlo al mar donde también es devorado por la ballena, de alguna manera el destino hace que se encuentren Gepeto y Pinocho en la oscuridad total donde se abrazan, lloran de alegría y deciden salir juntos del encierro.

El hombre cuando ha acumulado mucho sufrimiento, se arrepiente y escucha a su conciencia. Así emprende el viaje para encontrarse nuevamente con el Padre en algún punto del camino, la soledad y la angustia se apoderan de él hasta que se siente devorado por la oscuridad absoluta. Es en ese lugar donde se encuentra con el Padre, porque el Padre sabía que el llegaría a ese lugar.

En la Biblia hay un profeta llamado Jonás, que es devorado por un gran pez por no haber hecho caso a la voluntad de Dios, pero este lo rescata y le da nueva vida. Jesús habla de esta profecía en dos ocasiones, antes de su muerte relatando los tres días que permanecerá en la oscuridad para luego resucitar y cuando se refiere a los “Tiempos Finales” que probablemente sean los tiempos que estamos viviendo, donde pasados los terremotos y devastaciones, la humanidad vivirá tres días de oscuridad antes de nacer a la nueva conciencia.

De alguna manera en estos días las personas que han estado muy pendientes de lo externo y no han trabajado consigo mismas limando sus asperezas y sanando sus almas, se están mirando en el espejo de la realidad que es todo lo que los rodea y están reconociendo las grandes orejas y nariz que se han creado producto de la rigidez en sus sistemas de creencias y están entrando dentro de la gran ballena, hacia a la oscuridad total de su conciencia enfrentadas a la soledad, dolores corporales, enfermedades, desesperación, falta de propósito, nerviosismo exaltado y miedo a dejar todo lo que han estado sujetando por tantos años, con el fin de volcar la mirada hacia si mismos y auto examinarse, examinar su fe y sus valores hasta decidir RENACER , concientes de la divinidad que son.

Pinocho sale de la ballena con Gepeto y de regreso en la casa recibe del Hada el reconocimiento por haberse arrepentido y haber ido en busca de su Padre así que le quita las orejas y cola de burro y vuelve su nariz al tamaño normal, pero hace más que eso, lo convierte en un niño de verdad.

El hombre al comer el fruto de la ciencia del bien y el mal, muere, se separa de Dios y sale del paraíso, comenzando así su viaje de aprendizaje sintiéndose solo en la escuela de los opuestos de la vida. Después de sufrir las consecuencias de experimentar el mal, aprende que él mismo es el resultado de sus propias creaciones y de esa manera descubre que el bien ha estado siempre dentro de él. Cuando hace ese descubrimiento come del fruto del árbol de la vida y vuelve a ser uno con el Padre. Desde la oscuridad ambos salen a redescubrir el mundo, pero esta vez lago ha cambiado, el fruto del árbol del conocimiento le ha dado vida verdadera y deja de ser una carne animada para se convierte en un espíritu viviente.

La nueva conciencia es la unidad con el Padre que es la conciencia universal y origen de la vida y el universo. Sales de la dualidad de la conciencia para entrar en la unidad donde estas conectado con todo, eres creador de tu vida y tu propósito. No puedes acceder a la nueva conciencia si no dejas atrás tus sistemas de creencias basados en el miedo y la resistencia.

Y Colorín colorado, este cuento recién ha comenzado…

Felicidades

Alvaro Scaramelli
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