jueves, 7 de agosto de 2008

Viviendo lo que nunca fue y nunca será




¿Te has preguntado cuántos de los pensamientos que has tenido en el pasado fueron situaciones que nunca existieron?
Incluso más, ¿Cuánto desgaste emocional te provocaron muchos de esos pensamientos?

La respuesta es superior al 50% y esto le ocurre a la mayoría de los seres humanos. El otro 30 o 40% la mente los dedica al pasado y apenas un 10% está conectada con el presente. ¿TE DAS CUENTA?... tu cabeza te pone en situaciones hipotéticas que te llevan a pre-ocuparte, angustiarte, desesperarte, estresarte e incluso a enfermarte por situaciones que jamás existieron o existirán.

Algunas mentes ejecutan estos pensamientos solo en momentos difíciles, pero la mayoría lo hace todo el tiempo como si se tratara de la vida misma.

Para el primer caso existen dos maneras de enfrentar esos momentos difíciles: “Estar en Paz o en Drama”. Ya hemos hablado de eso en posteos anteriores, en ninguno de los dos casos cambiará el resultado. La elección es de cada uno y cómo lo vivamos tiene que ver con aquello que llevamos dentro. Mientras más sano y conectado te encuentres, más Paz sentirás en los momentos difíciles.

Usar más del 50% de la mente en pensamientos que nunca sucederán es como estar viviendo de manera virtual, fuera de la realidad, o sea, fuera del presente, fuera de la vida que está ocurriendo justo ahora mientras respiras. ¿Te das cuenta de esto? ¿Qué vas a hacer? ¿Una vez mas encontrarás las excusas para explicarte el por qué de esta aberración?... ¿Una vez mas ganará “el miedo” en la batalla que se libra en tu mente? El miedo es el responsable de todo esto y aunque parezca absurdo… aquello a lo que temes no es real.

¿Qué es el miedo?... es lo que no existe, es la suposición de algo que podría pasar, porque en el caso de que ocurriese… automáticamente dejaría de ser miedo y se transformaría en una experiencia.
El miedo es lo contrario al amor, el miedo es desconexión y el amor es la conexión con Dios.

¿Alguna vez te has enfrentado a algún viejo miedo que te ha acompañado toda la vida?... Quiero decir… le has dicho: ¿¡Ven acá y deja ya de molestarme!?... ¡Ven y muéstrame ¿que quieres de mi?!... Ponte un instante en la situación a que tanto le temes… te sorprendería saber que el miedo no responde, es como una sombra detrás de ti que escapa a tu ángulo visual, es como una presencia que cuando la tienes en frente, desaparece o se transforma.

¿Tienes miedo a enfermarte?... ¿tienes miedo de perder el trabajo y quedar en la calle mendigando para tus hijos?... ¿de verdad crees que vas a quedar en la calle?... ¿a caso no sabes quien eres?... ¿tan poca estima tienes de ti mismo para pensar que no podrás encontrar algo nuevo en que ocuparte?... por supuesto que encontrarás algo y será apropiado, no lo dudes ni un instante. ¿Tienes miedo de no poder darle a tus hijos lo que necesitan?... ¿pero quien crees que son tus hijos?...SON DIOS!!! y si la vida se complica para ellos verás que saldrán fortalecidos, así funciona todo, ellos son igual que tu, también pueden elegir su propio camino en la vida y tampoco están solos.

Ningún problema ni prueba que te toque vivir en esta vida es superior a tu capacidad de responder a ella. Algún día descubrirás que es así. Lo que no significa que esa prueba pueda convertir tu vida en un calvario o en una oportunidad de crecimiento y expansión de conciencia. Como ya lo hemos visto antes, la diferencia la haces tú porque se trata de “Tu” elección.

Por eso es tan importante aquietar la mente (leer posteos de aquietar la mente), aprender a observarla y hacer la jardinería correspondiente sacando todas las malezas que impiden que puedas disfrutar de un hermoso jardín lleno de flores que son los pensamientos de amor, paz y comprensión de lo que sucede a tu alrededor.

Otro problema que se da a menudo con la mente es ponerle atención a situaciones que nos agobian y sobre las cuales no tenemos ninguna ingerencia o posibilidad de actuar en ellas. ¿Cuántas cosas que te angustian están fuera de tu alcance? Pueden ser familiares, pueden ser tus hijos que ya están casados o tus nietos, problemas vecinales, comunales, de país o del planeta. Muchos de los problemas que angustian a las personas están fuera del ámbito en que pueden intervenir. Las noticias están plagadas de información en las que no podemos actuar y muchos se angustian con lo que pasa.

Respecto a los problemas familiares que son bastante típicos y la razón del desvelo de muchas personas, hay que aprender a aceptar la experiencia de vida de los demás. Solo debes ocuparte en aquello que puedas aportar desde el amor y con desapego por el resultado. El verdadero amor es dejar que cada persona experimente la vida eligiendo su camino. Aquí te puedes preguntar ¿Qué culpa tienen los niños si ellos no han elegido nada?... Los niños eligen, nacen donde deben nacer y tienen los padres que deben tener.

Respecto a problemas sociales y mundiales muchos dirían: “por supuesto que me pre-ocupo y me angustio, es un tema de sensibilidad, no puedes estar ajeno a lo que pasa en el mundo, no puedes no sufrir por los demás”… ¿Quién dijo eso?... Todos lo dicen…

Es cierto, pero… ¿Esta bien que así sea?... No, definitivamente, ¡No!

Si hay algo que puedas hacer por ello… “ocúpate”, “hazlo” y siéntete agradecido de poder hacer una diferencia en ello, de lo contrario… ¿Qué sentido tiene angustiarse?, ¿Estas ayudando con eso?... En realidad a lo único que estas ayudando es a crear más angustia y negatividad en el planeta. Y de paso te aviso que lo que estas haciendo de manera disfrazada, es “victimizarte”. Es poner la responsabilidad de tu felicidad en manos de otros.

¿Cuántos de los pensamientos negativos que tienes se relacionan con cosas que no están a tu alcance de solucionar?

A medida que vayas alcanzando mayor entendimiento comprenderás que lo apropiado en estos casos es sentir “compasión” que es un tipo de amor universal y no angustia. Todo aquello que escapa a tus manos debes iluminarlo con amor y dejarlo en las manos de Dios… recuerda que Dios opera en cada uno de nosotros, de manera que también esta operando en los afectados por el problema que te angustia. Llegará el día en que no te importe la justicia del hombre, que no surgirá la venganza como motivo de equilibrio, pero por ahora lo que debes hacer es luchar con esos conceptos dentro de ti mismo, porque en realidad no están allá afuera como tu crees. Cuando te sanes de todo ello corroborarás lo que te digo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

siempre me pasa!!