Queridas Madres Uds. han sido bendecidas por el Universo con el poder de la creación. Toda la inteligencia de la naturaleza se desplegó silenciosamente para hacer crecer una manifestación de vida dentro de Uds. y luego les “regaló” la responsabilidad de cuidar acompañar a esas hermosas y frágiles criaturas en su primer despertar en esta vida. Sepan que en Uds. se ha expresado toda la inteligencia del amor divino y verdadero durante la gestación de sus hijos y a partir del nacimiento han sido Uds. quienes han hecho su aporte único y creativo en el cuidado de sus retoños.
En estos tiempos convulsionados y de incertidumbre, donde la sociedad se aleja cada vez más de la naturaleza, Uds. deben volver a ella, volver y recordar a la primera madre, la madre naturaleza. Regresen al origen, vuélquense a la esencia de la vida en equilibrio que es “no temer a la vida, no sentir dolor por el pasado y no temer al futuro”.
Queridas madres, en estos tiempos difíciles no teman y dejen fluir la esencia de la naturaleza en el cuidado de sus hijos, déjense llevar intuitivamente por la misma inteligencia amorosa que generó la leche en sus senos en el preciso momento de dar a luz, esa misma inteligencia que las lleno de ternura y amor por sus hijos cuando nacieron para ser cuidados amorosamente, esa misma inteligencia que les provee día a día de lo que van necesitando, así pues, sepan con certeza en su corazón que lo que necesiten sus hijos les será dado porque ni ellos ni Uds. están solas en esta vida, hay una red de asistencia cuidando de cada una de Uds. y de sus hijos(as).
No teman equivocarse, vuélvanse a su intuición, conéctense con el amor expresado en el cuidado, nutrición, salud, compañía, crecimiento y sabiduría del que todo ser vivo es provisto en este mundo.
No teman al sufrimiento de sus hijos cuando crecen, ellos están aquí para aprender a vivir igual que Uds. no se afanen en impedir su sufrimiento, mas bien estén atentas para acompañarlos cuando esto suceda sabiendo que están creciendo.
No teman a las elecciones que sus hijos hacen cuando crecen. Tus resistencias y miedos proyectados sobre ellos pondrán una venda en sus ojos y ellos actuarán llevándote la contra sin poder distinguir la vía correcta. Déjalos ser y experimentar mientras los acompañas en la oración, para que llegado el momento dejes salir la palabra justa, aquella que proviene del juicio divino que les abrirá un panorama de verdad y buenas elecciones para sus vidas.
Recuerden siempre que sus hijos son hijos del Universo al que hemos llamado Dios. No teman por ellos pues la vida se encargará de que tengan lo que necesiten, y no olviden que sus necesidades incluyen experiencias a veces dolorosas porque así se aprende a distinguir el acierto del error. Recuerden que su responsabilidad con ellos es ser el puente para que las cosas les lleguen oportunamente. Sean entonces un puente amplio, sólido, seguro y amoroso, no duden y confíen en que la inteligencia divina universal siempre estará operando en todo y en cada situación.
Queridas Madres, Uds. son el pilar de hogar que anhelaron construir un día, no permitan que el anhelo de un hogar amoroso, de dulces aromas, buen entendimiento, juegos y celebraciones quede relegado por debajo de las obligaciones y estándares que impone la sociedad, no permitan que la rutina y malos hábitos contaminen su sueño, no permitan que el trabajo les canse y agobie al punto de quitarle el sabor a su existencia. Sus hijos las necesitan contentas, agradecidas y entusiasmadas con la vida, procuren entonces estar bien para realizar el sueño del hogar y si descubren que algo en Uds. no anda bien, “busquen sanar”, no pierdan el tiempo queriendo que las cosas cambien sino mas bien comiencen por cambiar Uds.
Dejen ir a sus hijos amorosamente cuando llegue el momento de su partida, y acompáñenlos con sus buenos pensamientos y bendiciones. Proyecten siempre luz divina sobre ellos y tengan la certeza de que serán sus madres por siempre, porque todo lo vivido estará escrito en sus corazones y en el libro de la vida.
A las madres adoptivas el doble de bendiciones, sepan que el encuentro de Uds. ha sido concebido por ambos en el cielo. Vuestros hijos son los mismos hijos de universo que han llegado por otra vía a cumplir el propósito de vida que ambos se han planteado para esta vida.
No pierdan la oportunidad de compartir esta sabiduría con las madres mayores que ya han cumplido su misión, verán que ellas están llenas de esta verdad y muchas más. Les mando un abrazo lleno de bendiciones, que pasen un hermoso día junto a sus hijos.
Alvaro Scaramelli
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