"La vida es hermosa cuando uno la ve con los ojos limpios de dolor e injusticia"
¿Te has preguntado alguna vez como es que los santos llegan a ser tan mansos y faltos de juicios respecto al acontecer de la vida?... ¿Es que acaso son ciegos?, ¿Es que no ven toda la injusticia que hay en el planeta?... ¿Es que acaso se evaden de la realidad?...
Ahí tienes al Dalai Lama, bendiciendo a las personas en cada momento, hablando de las virtudes de la vida y jamás expresando dolor o resentimiento por los Chinos quienes le arrebataron su país, lo tienen viviendo en el exilio y han matado a miles de sus compatriotas…
Ahí tienes a la Madre Teresa que habiendo optado por vivir en el corazón de la pobreza se hizo cargo de lo que tenia alrededor sin demandar jamás un juicio negativo por el resto del mundo que no hacìa nada por ellos, sino que enfocando su trabajo en la solución de lo que le acontecía cada día.
Ahí tienes a Buda que habiendo sido rico y heredero de todo un Reino, despojándose de todo bien material, opto por la búsqueda interior y habiéndola alcanzado se dedicò a enseñar còmo liberarse de la esclavitud de la mente en lugar de luchar en contra de las desigualdades económicas.
Ahí tienes a Jesús que no ejerció juicios de valor en contra de sus detractores y sin considerar injusto el sufrimiento humano se hizo cargo de lo que estaba al alcance de sus manos y jamás incitó a sus seguidores a cambiar el sistema de reparticiones de dinero o de poder, si no que puso el acento de su ministerio en el cambio interior.
Ahí tienes al Padre Hurtado, quien sonriente se hacìa cargo de lo que consideraba su llamado interior, sin repartir odiosidades en contra de los ricos sino que predicando el amor y la posibilidad que todos tenemos de tomar conciencia y de compartir lo nuestro.
Podemos hablar horas y horas de personas que alcanzaron su santidad o divinidad, ya que sus obras son grandes, son obras realizadas en los corazones de quienes los conocieron o han recibido conocimiento de sus vidas, pero lo importante es que podamos entender que esta santidad, como la llamamos comúnmente es una condición que todo ser humano posee, es parte de nuestra naturaleza ya que el humano no es divisible de su parte divina.
La mayoría de las personas sufren porque ven injusticia a su alrededor, sienten que tienen una sensibilidad especial y que no pueden abstraerse de sentir dolor por aquellos que consideran desamparados de justicia.
Y en esta reflexión hay una afirmación que es correcta, “sufren porque ven injusticia”…. ¿Què es el sufrimiento?; es la incapacidad de entender, es la impotencia de no poder hacer nada, es creer que algo inadecuado està sucediendo… y ¿Cómo es que los santos logran abstraerse de esta realidad?...
Un santo es un hombre, y como todo hombre ha tenido su pasado y aprendizaje. Un santo es alguien que ve màs allá del conflicto inmediato, es alguien que ha reconocido su naturaleza divina y es capaz de ver la divinidad en todo lo que lo rodea. El santo no se abstrae de la realidad, es solo que la mira con otros ojos, la procesa en su corazón sabio y divino y la transforma en “Compasión”. El sentimiento de injusticia nace en el interior de la persona que experimenta ese sentimiento, de la misma manera nace la compasión, sòlo que este último proceso requiere de un crecimiento por parte de la persona. Un despertar a una realidad mayor a la que experimenta en forma material y ese despertar requiere un profundo trabajo de reflexión, que considera las experiencias del pasado como referencia para entender los procesos de aprendizaje no solo del individuo sino que también el de la humanidad como especie en evolución.
Si te pones a pensar, la Madre Teresa de Calcuta hacía lo correcto, se hacìa cargo de lo que tenìa en frente, si era un niño moribundo lo tomaba en sus brazos y lo acomodaba para acompañarlo en su trance. Si tenìa un grupo de niños abandonados y hambrientos, salía a la calle a recolectar comida y les daba cobijo fundando albergues y escuelas. Se “hacia cargo”. No albergaba en su corazón ese sentimiento de sufrimiento, porque cada día para ella era un triunfo, cada día podía regalar amor y confortar a alguien, cada día la vida le daba la posibilidad de hacer algo, entendiendo que la vida “es lo que es” y no lo que “debería ser”… Las personas santas viven el presente y no el futuro, saben que la vida es lo que acontece hoy y no gastan sus pensamientos pensando en el mañana.
Ahora, tù pensarás que para ser santo tienes que dejarlo todo y dedicarte a ayudar a los pobres… no necesariamente, ese llamado tienes que sentirlo en tu corazón, y créeme que cuando lo sientas… simplemente lo harás, por ahora tienes muchas personas a tu alrededor y muchas posibilidades para contribuir en un cambio sustancial del mundo, tienes la posibilidad de agregarle santidad a tu vida sin dejar a tu familia y donar tus bienes, y lo puedes hacer simplemente “dejando de sufrir y haciéndote cargo de lo que te rodea”. Y no hablo solo de la pobreza, si no de tus actos, juicios y reacciones. Puedes hacerte cargo de lo que piensas y darte cuenta de que de nada sirve pensar en lo que no puedes cambiar, de nada te sirve juzgar si no que lo único que puedes hacer realmente es cambiar tu forma interior de ver le vida.
Debes saber que esa “sensibilidad” que tienes por la “injusticia del mundo”, es una debilidad en tu corazón en lugar de ser algo que te hace especial o espiritual. De nada te sirve ser sensible y “sufrir” por los desamparados. Ese sentimiento debe ser transformado porque te indica que todavía no puedes ver con los ojos de Dios, a Dios, en todo lo que te rodea. Y si piensas que Dios no existe porque permite toda esta injusticia entonces significa que todavía crees que “Dios es alguien”, que està fuera de ti y que determina lo que sucede en tu vida.
Un Santo habla de Dios, pero no sabes cual es el significado de Dios en su interior, lo que si te puedo decir es que a medida que vas entendiendo lo que es Dios vas comprendiendo por que los Santos son tan mansos y faltos de juicios.
La única posibilidad que tienes para contradecir a un Santo es que experimentes la santidad y desde ahí puedas emitir un juicio… solo que cuando lo experimentes no saldrán juicios de tu corazón.
“La vida es maravillosa cuando la vez con los ojos limpios de dolor e injusticia”
Alvaro Scaramelli
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